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LOS DOS MULOS DE JEAN DE LA FOINTAINE



Caminaban dos mulos, uno cargado de bolsas de trigo, el otro cargado de bolsas de dinero. Este último estaba muy orgulloso, de ser el portador de tan valiosa carga, se sentía honrado de que su dueño le diera esa responsabilidad.
En un momento, los tomaron por sorpresa unos ladrones, que se abalanzaron sobre el mulo que cargaba el dinero. El animal se defendió como pudo, pero fue herido de muerte. El mulo cargado con trigo no fue atacado y pudo escapar, mientras se alejaba le dijo al moribundo:
"Amigo no siempre es bueno tener un buen trabajo, si hubieras servido, a un humilde campesino, no te encontrarías en estos apuros.”



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